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jueves, 23 de agosto de 2018

TRES MESES
















Tres meses
Tres meses desde la última vez que mi puño rozo la pared.
Tres meses desde que tome mi decisión
Tres meses en los que me creí fuerte,
me creí capaz de no necesitar distracción,
capaz de soportar cada espina de la rosa.
Han pasado tres meses en los que lo he necesitado como un drogadicto añora una raya.
Tres meses en los que me desintoxique,
sola,
 sin nadie; incluso sin mí.
Creí que cada noche crecía, pero no.
Cada noche equivalente a una y mil lágrimas silenciosas en la oscuridad
que ardían por mi garganta.
Y ahí, en ese instante me di cuenta que
ya no era yo.
No me sentía parte de nada de mí alrededor,
pero que doloroso fue cuando escape lejos
 y solo quería volver.
Porque claro siempre regresas a lo que te hace daño.
Y volví, como un drogadicto que cree todo superado y cae...
Y caí
Tres meses.
Habían pasado tres meses desde que mi puño rozo la pared.
Tres meses hasta hoy.