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domingo, 26 de marzo de 2017
Quien espera desespera.
Esperar.
Esperar y desesperar.
Pasarnos la vida esperando un avión, y digo avión porque trenes ya los coge mucha gente.
Esperamos tiempos mejores, esperamos que llegue el momento adecuado para hacer algo en vez de hacerlo y punto.
Esperamos un gran cambio sin saber que estos al igual que la materia, ni se crean ni se destruyen y que si entramos en matemáticas la vida es un límite que tiende a cero porque no somos tiempo suficiente como para poderse contar, aunque para nosotros todo nos parece eterno y, sin embargo, vamos a velocidad de vértigo para evitar pensar, para evitar darnos cuenta que en realidad solo estamos esperando.
Que a veces esperar es lo mejor; pero quien espera desespera y quien desespera ya no puede volver atrás.
lunes, 20 de marzo de 2017
martes, 14 de marzo de 2017
MOMENTOS
Momentos que esperas, momentos que ansias, que llegan y con las mismas se van dejando el sabor amargo de los recuerdos.
Recuerdos que luego te atraviesan el alma con la suavidad del filo de un cuchillo, que te hacen desear con todas tus fuerzas volver a ese momento, te hacen tener la necesidad de revivirlo aún sabiendo que; aunque tengas la posibilidad de volver a experimentarlo no será igual porque era "ese momento", todas la condiciones eran perfectas, las estrellas parecían haberse alineado, las personas y el lugar eran los adecuados, todo era perfecto. Ahora, en cambio, nada sería como ese primer momento: el lugar es el mismo, sí pero no está igual, las personas son las mismas sí pero han cambiado ya no existe esa complicidad.
Todo se ha reducido a recuerdos, que al final es lo único que nos queda... Ya que: el pasado no existe, el presente tampoco porque está constantemente convirtiéndose en pasado y el futuro es incierto y no sabemos si llegará, aunque curiosamente a lo largo de nuestra vida siempre estamos haciendo planes...
Los momentos llegan y se van para dejar paso a otros nuevos, de cada momento nos quedaremos con experiencias, con personas, con anepdotas... que nos harán madurar y darnos cuenta que por mucho que queramos ese momento será irrepetible aunque nos pique la nostalgia.
La vida son momentos, momentos que se reducen a nada.
miércoles, 8 de marzo de 2017
8 Marzo
Creo que hoy más que nunca, cómo no, es día para hablar de nosotras.
Es día para levantarse de nuestros asientos, reivindicarnos y pedir de una vez por todas igualdad en todos los sentidos.
Que sí, que ya trabajamos igual que los hombres pero claro, si trabajamos lo mismo que ellos creo que es justo y por lógica deberíamos cobrar lo mismo ¿no? Creo que no es una idea muy descabellada.
Creo que va siendo hora de callar muchas bocas y de demostrar incluso a nosotras mismas que somos lo que nosotras queramos, que podemos hacer lo que queramos, que un hombre nunca nos puede decir hasta aquí. Somos libres le pese a quien le pese. Que nuestro cuerpo es arte, pura poesía, y nostras elegimos quién, cuándo y cuántos lo leen.
Es hora de acabar con el machismo, empecemos a educar desde pequeños, por favor. Si toca limpiar la casa no mandes solo a tu hija a hacerlo, enseña a tu hijo que eso también es tarea suya. Si a tu hijo lo dejas salir solo a unas horas a tu hija también, ah no espera; que las mujeres al ir solas tenemos el riesgo de que se nos acerque algún gilipollas sin respeto que no entienda que NO ES NO.
Por favor, esta labor esta en nuestras manos debemos enseñarles desde pequeños a respetarnos los unos a los otros, a comprender y a respetar la libertad y privacidad de la otra persona.
Si no cambiamos ahora ¿Cuándo? Y si no somos nostras ¿Quién?
lunes, 6 de marzo de 2017
Querer
Le quiero.
Sé que le quiero porque veo en sus ojos lo que no veo en los de nadie más.
Sé que le quiero porque el miedo a que se vaya, a que un día eche a correr se pierda y no vuelva, es enorme.
Se me encoje el corazón solo de pensar que algún día llegaré a casa y él no estará, me provoca angustia simplemente imaginarme esos días en los que cuando abra la puerta, ya nadie me recibirá con ese torbellino de alegría como si no me hubiera visto en años.
Pero aunque a veces siento ese dolor, no es nada comparable con la alegría que siento cuando se lanza sobre mí y comienza a comerme a besos o cuando, vengo de algún lugar y comienza a olerme con esa nariz húmeda de pelotita'.
Que me encanta oír el ruido de sus patitas subiendo las escaleras cuando viene a visitarme mientras estudio, me encanta que me seque las lágrimas cuando lloro y me consuele, porque aunque no dice nada su calor es mayor consuelo que cualquier palabra.
Que me encanta cuando viene alguien nuevo a casa conmigo y él comienza ruñir intentando "protegerme".
Le quiero porque aunque no es él mas guapo del mundo, para mí no hay otro mejor.
Yo no sé qué soy para él, una amiga, una hermana... no lo sé y nunca lo sabré, pero me quedo con el consuelo de que si hace todo eso por mí algo me tiene querer.
A mi fiel compañero de cuatro patas.
Sé que le quiero porque veo en sus ojos lo que no veo en los de nadie más.
Sé que le quiero porque el miedo a que se vaya, a que un día eche a correr se pierda y no vuelva, es enorme.
Se me encoje el corazón solo de pensar que algún día llegaré a casa y él no estará, me provoca angustia simplemente imaginarme esos días en los que cuando abra la puerta, ya nadie me recibirá con ese torbellino de alegría como si no me hubiera visto en años.
Pero aunque a veces siento ese dolor, no es nada comparable con la alegría que siento cuando se lanza sobre mí y comienza a comerme a besos o cuando, vengo de algún lugar y comienza a olerme con esa nariz húmeda de pelotita'.
Que me encanta oír el ruido de sus patitas subiendo las escaleras cuando viene a visitarme mientras estudio, me encanta que me seque las lágrimas cuando lloro y me consuele, porque aunque no dice nada su calor es mayor consuelo que cualquier palabra.
Que me encanta cuando viene alguien nuevo a casa conmigo y él comienza ruñir intentando "protegerme".
Le quiero porque aunque no es él mas guapo del mundo, para mí no hay otro mejor.
Yo no sé qué soy para él, una amiga, una hermana... no lo sé y nunca lo sabré, pero me quedo con el consuelo de que si hace todo eso por mí algo me tiene querer.
A mi fiel compañero de cuatro patas.
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