Tú, que fuiste mi primer amigo, te quiero; sé que se suele
poner al final pero es que no me he podido aguantar.
poner al final pero es que no me he podido aguantar.
Te quiero por muchas razones y detesto, quizá, por esas
mismas.
mismas.
Te quiero y te detesto por llevarme siempre la contraria,
por sacarme de mis casillas con tú forma de hablar, por querer tener siempre la
última palabra.
por sacarme de mis casillas con tú forma de hablar, por querer tener siempre la
última palabra.
Te quiero y te detesto porque siempre estás ahí, porque no
sé cómo lo haces pero siempre estás en todo lo que me pasa; para reñirme si es
necesario pero también para protegerme.
sé cómo lo haces pero siempre estás en todo lo que me pasa; para reñirme si es
necesario pero también para protegerme.
Te quiero por esas miles de veces que vienes con una noticia
bajo el brazo que te llena de ilusión… pero y la ilusión que me hace a mí que
la cuentes. Adoro cuando te ríes porque al escucharte rio yo.
bajo el brazo que te llena de ilusión… pero y la ilusión que me hace a mí que
la cuentes. Adoro cuando te ríes porque al escucharte rio yo.
Te quiero porque no podrías haber elegido mejor, gracias de
verdad, creo que ambos sabemos de lo que hablo.
verdad, creo que ambos sabemos de lo que hablo.
Te quiero y te detesto cuando me dices “podemita”, cuando
chocamos por nuestra forma de pensar.
chocamos por nuestra forma de pensar.
Te quiero por todo el apoyo que me muestras, por animarme
con cada palabra que dejo sobre el papel, por celebrar conmigo los pequeños
logros que me hacen avanzar, por ser de esos pocos que, aunque tú no lo sepas,
desde siempre me animaron a apostar por esto.
con cada palabra que dejo sobre el papel, por celebrar conmigo los pequeños
logros que me hacen avanzar, por ser de esos pocos que, aunque tú no lo sepas,
desde siempre me animaron a apostar por esto.
Por todo esto me apetecía escribirte, así sin ningún
pretexto, porque eres mi hermano y ahora sí: Te quiero.
pretexto, porque eres mi hermano y ahora sí: Te quiero.